Esta historia tiene 2021 años desde que se creó así que vamos a darle la importancia que merece (?)
Tal vez en tu casa celebren la llegada de los reyes magos dejando los zapatos al alcance para los regalos, junto con agua y pasto para los camellos y galletitas para los magos. Es que estos personajes celebrados de esta manera en muchos países católicos surgen de la Biblia aunque no siempre fueron tres ni tampoco eran tan magos.
Resulta que en la antigüedad se llamaba mago al sabio o sacerdote y que lo que se sabía desde el principio es que señores pudientes habían llegado a celebrar el nacimiento de Jesús de Nazaret con oro, incienso y mirra. Durante varios siglos más que eso porque para los ortodoxos sirios eran doce como los apóstoles y las 12 tribus de Israel pero a partir del SIII d.C. se estableció que eran tres reyes.
En este mosaico (San Apolinar el Nuevo, Rávena) se mencionaron sus nombres por primera vez en el SVI d.C.
Y en el SXV es cuando Baltasar comienza a ser representado con tez negra para dejar plasmadas las tres razas de la edad media: Melchor encarnará a los europeos, Gaspar a los asiáticos y Baltasar a los africanos.
Todo esto y la joda empezó de verdad en el SXIX en España porque si hay alguien que sabe celebrar a lo grande y con diversión las fiestas católicas son los españoles. En ese entonces todavía no se festejaba Navidad como lo conocemos ahora pero sí en algunos países homenajeaban al santo oriental San Nicolás. Tomando eso como inspiración, en 1866 se celebró la primera cabalgata de Reyes Magos en Alcoy, pensando en entretener a los niños, en el que tres hombres vestidos de reyes recorren la ciudad.
La Biblia tiene dos libros: el viejo y el nuevo testamento. Uno termina cuando nace Jesús y el otro comienza en ese mismo momento. Así es que en el Evangelio según Mateo (2, 1-2), se menciona por única vez la figura de los reyes. Digo figura porque no es que dijo vinieron tres reyes que eran magos sino que fue más elegante:
Guiados por una estrella, llegaron hasta Jesús nacido en Belén, y a quien presentan ofrendas de oro, incienso y mirra y se presentan diciendo “¿Dónde está el rey de los judíos que acaba de nacer?”.
Y al entrar en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Evangelio de Mateo (2, 11)
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